Espacio complementario de escritura del Alumnado de Lengua castellana y Literatura (1º de Bchto. 2010-2011) del IES Bañaderos (y 2º Bchto. 2011-2012, -comienzo del curso-)
Arucas, Gran Canaria. Spain

17/9/10

6. ENSAYANDO MI ESCRITURA... (1)



Incorpora aquí tu continuación (expansión narrativa) del relato titulado "Salió por la puerta y de mi vida" de Guillermo Cabrera Infante. Texto: Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra...

22 comentarios:

Airam 1º Bach.A. dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra,las llaves del coche y una maleta donde llevaba todas sus cosas,me abandono, se fue y me dejó solo con mi pena,mi amargura,mi dolor y sin amor.

Eduardo R. y Rayco dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra, su dulce amanecer y una vida llena de recuerdos y aventuras. Con ello comienzo una nueva vida, sabiendo que ya no te tendré para que me ayudes a compartir todos esos momentos, que tan bien nos lo pasamos en un tiempo atrás. No por ello bajare la cabeza y me desvaneceré porque siempre te tendré en mi recuerdo, por lo tanto sabiendo que nunca te olvidare, viviré cada día como si estuviéramos juntos.

Aarón y Fátima 1º Bach "A" dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra mientras yo lloraba porque jamás podría alcanzar la meta de mi vida a la que me aferraba: Una vida junto a ella, María.

María era la chica más bella y hermosa que podría haberme encontrado en mi vida. Realmente pienso que ella era la mujer de mis sueños, la mujer perfecta, pero ella, se ha ido y ahora que ya no está, he aprendido a valorarla, como no lo había hecho antes, pero ahora, ya no hay vuelta atrás. María se ha ido de mi vida, y con ella mi oportunidad de estar a su lado, viendola sonreir aunque sea, por una vez más.

Alejandra Gil dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra, llevándose las rosas pero también las espinas, y huyendo sin prisa de un futuro sin fin. Con ella tantas preguntas que resultaron ser retóricas, y tras sus huellas fieles y firmes las palabras que algún día decirle quise. Huyó y lo dejo todo, quiso ser fiel a su libertad, dejando mi alma hundida en recuerdos que solo saben llorar.

Alejandra Gil dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra, llevándose las rosas pero también las espinas, y huyendo sin prisa de un futuro sin fin. Con ella tantas preguntas que resultaron ser retóricas, y tras sus huellas fieles y firmes las palabras que algún día decirle quise. Huyó y lo dejo todo, quiso ser fiel a su libertad, dejando mi alma hundida en recuerdos que solo saben llorar.

Isabel, 1º Bach dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra, que le daba vida a su rostro pálido y resplandeciente.
Con su marcha se desvanecieron mis ganas de soñar, de disfrutar la vida al máximo, de levantarme cada mañana con una sonrisa en la cara.
Me dejó sólo sin apenas una ezperanza que alegrara mis mañanas, se fue sin más.

Itahisa 1ºBach. dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra... llevándose esos ojos dulces que tanto miré y deseé. Dejando en mis ojos un reflejo de melancolía bañado en lágrimas y mi corazón roto por su partida. Ella, que con su amor y su belleza había llenado mis días durante largo tiempo, en tan solo un segundo destrozó aquel castillo que tan hermoso yo le había construido a sus pies. No hubo palabra ni gesto que yo pudiese hacer para conservarla a mi lado, ni aún siquiera prometiéndole la luna y el universo si hiciese falta. Salió por la puerta sin volverse a mirarme por un segundo, mientras yo, al verla marchar, ya la estaba echando de menos.

Fani 1º Bach dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra... dejándome solo, como si no le importase mi vida, abandonándome a mi suerte, desamparado, sin apoyo de absolutamente nadie. Recordando esos tiempos cuando éramos felices, cuando yo estaba a su merced, en aquel tiempo en que yo componía y tú destruías, pero no me importaba porque yo te quería. Recordando tu rostro tan tímido y tan pálido, con el cual no me decías nada pero a la vez lo sentía todo, eras todo en mí y yo sentía que lo era todo para ti. Con el paso de mis días me di cuenta de que no sentías nada por mí, de que ya no era tu caballero.
Cuando aquel día me desperté y no sentí tu aroma, no sentí tu hueco caliente, supe que te habías marchado, que ya se había acabado todo lo que un día intenté construir, y que tú no aceptabas, sentí… que mi vida había llegado a su fin.

Eduardo C. dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra. En ese momento quedé impactado por el portazo aun resonando en mis tímpanos y con los pelos erizados. Quedándome de piedra no podía mover ni un músculo para en vano, intentar que regresara para poder hablar sobre el tema.

No quería llorar, no me lo merecía pero no pude evitarlo. Los ojos lentamente se me iban encharcando hasta culminar con el llanto, tumbado en el sillón como un niño al que sus padres le han reñido por hacer alguna trastada como las que yo hacía de pequeño.

Eduardo C. dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra. En ese momento quedé impactado por el portazo aun resonando en mis tímpanos y con los pelos erizados. Quedándome de piedra no podía mover ni un músculo para en vano, intentar que regresara para poder hablar sobre el tema.

No quería llorar, no me lo merecía pero no pude evitarlo. Los ojos lentamente se me iban encharcando hasta culminar con el llanto, tumbado en el sillón como un niño al que sus padres le han reñido por hacer alguna trastada como las que yo hacía de pequeño.

ELENA Y SARA 1ºA dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra, todos los recuerdos de un pasado juntos. Ella y sus ojos, ella y su cuerpo, ella y su desparpajo, ella y su simpatía. Ella. Simplemente mi otro yo, mi forma de vivir.
Ella rompió ante nuestros rostros desfigurados de ira, el último recuerdo que teníamos juntos, el último desafío. Ahora lo único que veo es lo corta que me parece la grabación de nuestra vida juntos, dónde teníamos ilusiones y sueños, dónde filmamos cada beso en el infinito mundo de la pasión. Noches de lujuria, noches de deseo, noches de enfados, noches de amor. Noches…

Miriam Montesdeoca; 1º Bach. dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra. Todo lo que había construido para nosotros, lo dejó conmigo. ¿Y ahora? ¿Cómo sigo sin ti? Ahora tengo que seguir caminando, luchando por olvidarte. ¿Pero cómo lo hago? Si estás aquí, parece que no te has ido. Vuelve, por favor. Te echo de menos. Si quieres, ya sabes dónde estoy. Y te espero. Pero no estaré esperando por ti eternamente. Porque yo me moriré de amor día y noche pero sabré que hice las cosas bien. Y tú, ¿a qué llegarás? Me echarás de menos, lo sé. Como también sé que no volverás. No te preocupes. Yo estaré bien. Conseguiré salir de esto. Si quieres puedes volver. Porque como yo te quiero, te puedo asegurar que no te va a querer nadie. Nadie te dará lo que yo te doy. Espero que algún día te des cuenta de lo que te estoy diciendo. Y que ese día, no sea demasiado tarde para volver.

Ale y Jose; 1 Bach dijo...

salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra. Dejo atrás en el olvido todo el pasado vivido atrás. Jamás y nunca pensé que ese día pudiese ser una realidad, que con el tiempo se hizo presente y a día de hoy me recome en mi interior. Todos los días vividos a su lado no se expresan con simples movimientos de teclas o simples palabras, una cosa es decirlo y otra poder llegar a sentirlo.Lo que un día llegamos a vivir como si de una pelicula se tratase. Simplemente estas palabras y letras entrelazadas se podrían denominar como el verdadero amor.

Sara Navarro y Victoria 1ºA dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra, me dejó solo y con ninguna esperanza, sabiendo que nunca más la volvería ver, sin tocar su hermoso cuerpo, sin poder mirar sus preciosos ojos azules y sin ver su piel de color miel.

Se fue y se llevo todo, entre todas sus cosas mi corazón, mi sonrisa y mis ganas de vivir. No volverá pero sé que allá donde esté encontrara felicidad.

Cuando ocurrió llegue a pensar que no era verdad, no podía creerme que de verdad la hubiera perdido, que me hubiera dejado por aquella estupidez. Ahora sé que es lo que de verdad importa, y sé que la necesito, necesito sus besos, sus abrazos, todo el cariño que me ha dado en estos últimos siete años, los mejores años y momentos de mi vida.

Todavía recuerdo esa vez cuando éramos niños y nos prometimos pasar toda una vida juntos, sin que nada, ni nadie nos pudiera separar.

Ahora sé que estoy solo, y que mi único compañero es el lápiz y el papel.

Bárbara Mentado, Ivan Velazquez1º Bach dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra, tan frágil y sencilla como aquel día que la conocí en el cabaret. Nos miramos por última vez, su rostro pálido reflejaba el dolor de un amor roto, un puzzle que nunca llegó a colocar sus últimas piezas.
Veía como se alejaba lentamente por aquella calle oscura, con una luz tenue al final. Ella buscaba una nueva vida en la que yo no tenía el papel de protagonista.

Miriam R y Andrea dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra, dejando únicamente los recuerdos que habíamos vivido juntos, sin pensar ni un momento en lo que sentía. Me quedé allí quieto por un tiempo, mientras las lágrimas inundaban mis ojos y recorrían mis mejillas.
La volví a ver días después de la ruptura. Al verla me di cuenta de que el mundo no se acababa y que podía rehacer mi vida. Pero no sabía porque ella se fue sin dar explicación, sentí la necesidad de saberlo. La llamé varias veces pero ninguna de estas llamadas fue contestada. Así que finalmente me di por vencido.

adriiana! ^^ dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra, olvidando todo lo que juntos vivimos. Sí, ella se fue y aquí me quedé yo, como si una bala hubiese atravesado mi corazón. Pensamientos rondándome, el aroma del café de la mañana más intenso que nunca, lágrimas que recorrían mi cara, naciendo en mis ojos negros como el carbón y muriendo en mis labios. La puerta entreabierta y su cuerpo, su figura, se alejaban poco a poco de mi, ilusionándome con que se diera la vuelta y regresara corriendo a mis brazos que la esperaban como jamás lo habían hecho. Cada recuerdo feliz, cada caricia suya se desplomaban ante mí haciéndose añicos como un cristal roto. Un puzle que juntos habíamos empezado pero que antes de tiempo quiso poner ella, la última pieza. Huyendo sin haber luchado antes, dándose por vencida sin tan siquiera haberme dado antes una explicación. Pensé que sería diferente, que todas sus promesas se harían realidad algún día, pero en aquel momento, en aquel preciso momento… me hizo ver que no.

Laura y Noe 1º Bach B dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra...
De este mismo modo con ella se fue su aroma y la soledad me ahogó, la casa se quedó vacía y triste. Por las mañanas, cuando ella aún rondaba por nuestro hogar, el café recién hecho me aliviaba después de cada noche esperándola en mi cama, solo el ruido de las llaves podía calmar mi desesperación.
Sabía que ya no era mía, pues su cuerpo compartía. Y no fue por no brindarle amor; ella era mi eternidad, sus sentimientos lentamente se desvanecían, yo lo sabía pero era más fácil engañarme y pensar en que algún día ella volvería.

Bárbara Marrero y Haridian dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra…
Aun recuerdo aquella tarde en la que me encontraba en la tienda de golosinas, como cada jueves comprando mi revista favorita y mis chocolates, cuando me dispongo a salir de la tienda me cruze con ella, me llamo la atencion de inmediato su pelo suelto ondenado con la suave brisa.
No va en mi forma de ser ni en mi carácter ya que soy un poco timido e introvertido pero cuando recupere el sentido estaba frente a ella y solo se me ocurrio ofrecerle unos chocolates, senti dentro una gran senzacion de ridicules.
¿Cuál fue mi sorpresa? Cuando me dijo “mis preferidos son los del emboltorio rojo”

Y asi fue como comenzo todo…

Hoy como cada jueves vuelvo a estar en la tienda de golosinas, y siento ese gran vasio, aunque me alegro por lo vivido, aun no me puedo imaginar lo que sera mi futuro sin ella solo espero mirar a traves del cristal y volverla a encontrar.

Juany dijo...

Estimado grupo: ¡¡hay historias muy prometedoras!!! Como ya comenté en las otras entradas... lástima por las incorrecciones ortográficas y expresivas en general. ¡¡Mucho cuidado!!, se debe corregir antes de publicar un comentario.
Saludos cordiales, Juany

Flavio dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra, esa a la que a mí tanto me gustaba. Ella era todo para mí, estaba locamente enamorado de ella, tenía una venda que me tapaba los ojos
Y no veía la crueldad en la vida.
La verdad es que los dos años que estuve con ella fueron los mejores de mi vida, antes de conocerla mi existencia era aburrida y monótona, pensaba que hay tres cosas en la vida que son las más importantes, éstas eran:
Nacer, vivir y morir. De nacer me olvidé, a morir le tenía mucho miedo y vivir no sabía, de manera que la vida para mí no tenía sentido, no lo tenía hasta que llegó ella, me hizo nacer otra vez, me enseñó que la vida es muy bella, y me ha hecho querer a la muerte cuando me dejo.

Betsaida y Désirée dijo...

Salió por la puerta y de mi vida, llevándose con ella mi amor y su larga cabellera negra ondeando mi desgracia por la calle.
Todo comenzó una cálida mañana de verano, sentado en una mesa de una posada mexicana. Casi por contingencia alcé la taza blanca de porcelana hacia mis labios. Con la otra mano sostenía el periódico que me había comprado en el aeropuerto de Madrid.
Me sentía inmerso en las últimas noticias deportivas hasta que la camarera trajo mi desayuno. Tal fue mi interés, que el café calló en mi camisa blanca manchándola. Allí fue donde la vi por primera vez paseando por la orilla del mar. Me iluminé de su grácil figura y de sus cabellos negros como el ébano.

Y ahora se va de mi vida…