Incorpora aquí resumidamente el Dossier 1 "Fernando de Rojas y La Celestina". Se trata de hacer una síntesis de los aspectos más significativos contenidos en este artículo. Observa que se distribuye en tres subapartados: a)cuestiones biográficas; b)implicaciones de su condición de converso; c)problemática de la difícil clasificación -en cuanto al género- de la obra.
32 comentarios:
Fernando de Rojas nació en Puebla de Moltalbán, es el autor de la Celestina. Estubo afincado en Talavera de la Reina durante un tiempo allí estudio bachiller de Leyes y empezó a escribir el primer Acto de la Celestina,allí se ganó la vida como abogado.
De lo poco que sabemos del autor lo designan como abogado defensor en el proceso quisistorial que, como judiciante, se le siguío entre Mayo de 1525 y Octubre de 1526. Fernando de Rojas llegó hacer alcalde transitorio en Talavera de la Reina entre 15 de febrero y el 1 de marzo de 1538.
Su tragicomedia es un puente entre el teatro medieval y la prosa de ficción. En su época era una comedia díficil de leer y de ser calificada. El carácter converso de la obra no aclara el argumento de la Celestina como el problema de un reflejo racial ni como una protesta social contra la situación de los conversos ya que la actitud del autor no refleja al descubierto ningún ataque al ortodoxia ni a la inquisición.
El autor de La Celestina, Fernando de Rojas, nació en La Puebla de Montalbán en 1470 y murió entre el 3 y 8 de abril de 1541. La mayor parte de su vida transcurrió en Talavera de la Reina. Obtuvo su título de bachiller en leyes en Salamanca y allí realizó el primer acto de la obra. Ejerció como abogado defensor del proceso inquisitorial durante un año y 5 meses (mayo 1525-octubre 1526).
Fernando de Rojas se caracterizaba por tener un rasgo converso, ya que se creía que era un convertido del judaísmo al cristianismo, aún así, distintos argumentos hacen pensar que no fue un convertido de primera generación. Mas ese carácter no lo refleja en La Celestina como un problema racial ni como una protesta social; ningún aspecto de la obra indica la perspectiva de un Rojas converso.
En La Celestina existe una discusión sobre la clasificación de su género. Se encuentran estudiosos que la interpretan como una novela y otros como una forma de diálogo puro. Eruditos neoclásicos para clasificarla utilizaban expresiones como “novela dialogada”, “novela dramática”, “novela trágica”, etc. Finalmente tras varias disputa se ha clasificado como comedia humanística. Una comedia que se desarrollo en Italia durante los siglos XIV y XV.
Dossier realizado por : Vicky, Sara Navarro, Isa, Fani e Ita.
Fernando de Rojas (Hacia 1470-1541) nació en la Puebla de Moltalbán y creció en el seno de una familia judía conversa, lo cual lo marcó para toda la vida. Su vida transcurrió en Talavera de la Reina, ciudad de la que llegó a ser alcalde transitorio entre el 15 de Febrero y el 1 de Marzo de 1538. Estudió bachiller de leyes en Salamanca, donde como él mismo afirma, encontró el primer acto de la obra. Sabemos que ejerció su profesión ya que su suegro lo designa como abogado defensor en el proceso inquisitorial. Murió en 1541 en Talavera de la Reina y el 3 de Abril de ese mismo año se dicta su testamento al "escribano público" Juan de Arévalo.
Se caracterizaba por ser converso al judaísmo, aunque no esta probado que Rojas fuera un convertido personal, ya que este nombre también se le aplicaba a quienes eran hijos y nietos de conversos. Distintos argumentos, hacen pensar que que no fué convertido de primera generación. Sobretodo, este carácter no aclara el argumento de la obra como reflejo de un problema racial ni como una protesta social contra la situación de los conversos, ya que el autor no deja nada de un ataque contra la ortodoxia ni contra la inquisición. Ningún aspecto de la obra refleja que Rojas fuera converso.
Hay una gran dificultad sobre la calificación del género de la Celestina. Hay quien la interpreta como una novela y otros como una forma de diálogo puro. Tambien se han utilizado expresiones como "novela dramática" o "novela trágica". Finalmente, La Celestina ha sido clasificada dentro del género de comedia humanística.
Artículo: Fernando de Rojas y La Celestina.
A)Cuestiones biográficas: (Elena)
Fernando de Rojas se ganó la vida como abogado, fue bachiller en derecho por Salamanca y afincado en Talavera de la Reina. Su obra, La Celestina, sigue siendo un best seller 500 años después. El 3 de abril de 1541 en Talavera de la Reina, Rojas firma su testamento a Juan de Arévalo el “escribano público”. El 8 de abril, el notario, con la frase “que en gloria sea” confirma la muerte de Rojas, pero no es de seguro el día , solamente se sabe que fue entre el 3 y el 8 de abril de 1541. Rojas nació en La Puebla de Montalbán. Su suegro lo proclamó como abogado defensor en el proceso inquisitorial que, como judaizante, se le siguió entre mayo de 1525 y octubre de 1526. Desde 1517, permiten afirmar que la mayor parte de la vida de Rojas transcurrió en Talavera de la Reina y llegó a ser alcalde transitorio entre el 15 de febrero y el 1 de marzo de 1538, su mujer se llamaba Leonor Álvarez. Un rasgo biográfico que se ha hablado mucho es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el proceso iniciado en 1525. Hasta 1902 nadie sugiere que Rojas haya sido un converso puesto que, no hace ninguna referencia en la obra. La primera edición de La Celestina fue en el año 1499 titulada como “Comedia de Calisto y Melibea” que constaba de dieciséis actos. La “Tragicomedia de Calisto y Melibea” se imprimió entre 1500 y 1502 y constaba de veintiún actos. Durante los siguientes años, la obra fue muy difícil de clasificar.
B) Condición de converso: (Laura)
Una parte importante y destacada del autor de la obra la Celestina es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el trámite iniciado en 1525, donde a Fernando Rojas es designado como abogado defensor en el proceso inquisitorial. Tal imputación no prueba que rojas se trasladara de religión, del judaísmo al cristianismo, ya que el nombre se implica también a quienes eran hijos y nietos de conversos.
Distintos argumentos, por el contrario, hacen pensar que no fue un convertido de primera generación. Sobre todo, esa condición no aclara la razón de la celestina como el reflejo de un problema racial, ni como una advertencia social contra la situación de los conversos, ya que la actitud del autor no deja abierto ningún ápice del ataque a la ortodoxia ni a la inquisición. Ningún aspecto de la obra, en una palabra, se ilumina desde la perspectiva del Rojas converso, lo que nadie sugiriera ninguna cuestión de este tipo con anterioridad a 1902.
C)Género de la obra: (Noemy)
Nadie hasta el siglo XVIII abrió el debate del carácter dramático de la Tragicomedia. La Celestina fue clasificada de muchas formas: “novela dialogada”, “novela dramática”, “novela trágica” o “novela de acción”. Fue catalogada de estas formas porque estaban decepcionados con la clasificación de la obra.
El propio Rojas, califica el acto I como obra ”terceriana”,en el prologo en prosa, denomina a la obra “comedia”, y en la versión larga la llama “tragicomedia”. También la juzgaron teatro y en ocasiones destacaron sus rasgos dramáticos.
Hasta Lope de Vega que tenía una opinión totalmente opuesta sobre la “tragedia”, la bautizó como “tragedia famosa”.Pellicer y Jovellanos la consideraron drama.
No es necesario que una obra dramática esté destinada, a la representación y poseer, sin embargo, peculiaridades teatrales que deben indagarse y explicarse lejos de la rutina crítica. Para defender esta valoración hago presente aquí una frase dicha por los dos mismos genios dramáticos, Rojas y Valle que escribieron a tantos siglos de distancia: “en el dialogo está la medula vital del verdadero teatro, que no necesita de la representación escénica para ser teatro”
La comedia humanística suele terminar feliz y por eso no sabía si clasificarse de ese modo.
Artículo: Fernando de Rojas y La Celestina.
A)Cuestiones biográficas: (Elena)
Fernando de Rojas se ganó la vida como abogado, fue bachiller en derecho por Salamanca y afincado en Talavera de la Reina. Su obra, La Celestina, sigue siendo un best seller 500 años después. El 3 de abril de 1541 en Talavera de la Reina, Rojas firma su testamento a Juan de Arévalo el “escribano público”. El 8 de abril, el notario, con la frase “que en gloria sea” confirma la muerte de Rojas, pero no es de seguro el día , solamente se sabe que fue entre el 3 y el 8 de abril de 1541. Rojas nació en La Puebla de Montalbán. Su suegro lo proclamó como abogado defensor en el proceso inquisitorial que, como judaizante, se le siguió entre mayo de 1525 y octubre de 1526. Desde 1517, permiten afirmar que la mayor parte de la vida de Rojas transcurrió en Talavera de la Reina y llegó a ser alcalde transitorio entre el 15 de febrero y el 1 de marzo de 1538, su mujer se llamaba Leonor Álvarez. Un rasgo biográfico que se ha hablado mucho es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el proceso iniciado en 1525. Hasta 1902 nadie sugiere que Rojas haya sido un converso puesto que, no hace ninguna referencia en la obra. La primera edición de La Celestina fue en el año 1499 titulada como “Comedia de Calisto y Melibea” que constaba de dieciséis actos. La “Tragicomedia de Calisto y Melibea” se imprimió entre 1500 y 1502 y constaba de veintiún actos. Durante los siguientes años, la obra fue muy difícil de clasificar.
B) Condición de converso: (Laura)
Una parte importante y destacada del autor de la obra la Celestina es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el trámite iniciado en 1525, donde a Fernando Rojas es designado como abogado defensor en el proceso inquisitorial. Tal imputación no prueba que rojas se trasladara de religión, del judaísmo al cristianismo, ya que el nombre se implica también a quienes eran hijos y nietos de conversos.
Distintos argumentos, por el contrario, hacen pensar que no fue un convertido de primera generación. Sobre todo, esa condición no aclara la razón de la celestina como el reflejo de un problema racial, ni como una advertencia social contra la situación de los conversos, ya que la actitud del autor no deja abierto ningún ápice del ataque a la ortodoxia ni a la inquisición. Ningún aspecto de la obra, en una palabra, se ilumina desde la perspectiva del Rojas converso, lo que nadie sugiriera ninguna cuestión de este tipo con anterioridad a 1902.
C)Género de la obra: (Noemy)
Nadie hasta el siglo XVIII abrió el debate del carácter dramático de la Tragicomedia. La Celestina fue clasificada de muchas formas: “novela dialogada”, “novela dramática”, “novela trágica” o “novela de acción”. Fue catalogada de estas formas porque estaban decepcionados con la clasificación de la obra.
El propio Rojas, califica el acto I como obra ”terceriana”,en el prologo en prosa, denomina a la obra “comedia”, y en la versión larga la llama “tragicomedia”. También la juzgaron teatro y en ocasiones destacaron sus rasgos dramáticos.
Hasta Lope de Vega que tenía una opinión totalmente opuesta sobre la “tragedia”, la bautizó como “tragedia famosa”.Pellicer y Jovellanos la consideraron drama.
No es necesario que una obra dramática esté destinada, a la representación y poseer, sin embargo, peculiaridades teatrales que deben indagarse y explicarse lejos de la rutina crítica. Para defender esta valoración hago presente aquí una frase dicha por los dos mismos genios dramáticos, Rojas y Valle que escribieron a tantos siglos de distancia: “en el dialogo está la medula vital del verdadero teatro, que no necesita de la representación escénica para ser teatro”
La comedia humanística suele terminar feliz y por eso no sabía si clasificarse de ese modo.
Artículo: Fernando de Rojas y La Celestina.
A)Cuestiones biográficas: (Elena)
Fernando de Rojas se ganó la vida como abogado, fue bachiller en derecho por Salamanca y afincado en Talavera de la Reina. Su obra, La Celestina, sigue siendo un best seller 500 años después. El 3 de abril de 1541 en Talavera de la Reina, Rojas firma su testamento a Juan de Arévalo el “escribano público”. El 8 de abril, el notario, con la frase “que en gloria sea” confirma la muerte de Rojas, pero no es de seguro el día , solamente se sabe que fue entre el 3 y el 8 de abril de 1541. Rojas nació en La Puebla de Montalbán. Su suegro lo proclamó como abogado defensor en el proceso inquisitorial que, como judaizante, se le siguió entre mayo de 1525 y octubre de 1526. Desde 1517, permiten afirmar que la mayor parte de la vida de Rojas transcurrió en Talavera de la Reina y llegó a ser alcalde transitorio entre el 15 de febrero y el 1 de marzo de 1538, su mujer se llamaba Leonor Álvarez. Un rasgo biográfico que se ha hablado mucho es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el proceso iniciado en 1525. Hasta 1902 nadie sugiere que Rojas haya sido un converso puesto que, no hace ninguna referencia en la obra. La primera edición de La Celestina fue en el año 1499 titulada como “Comedia de Calisto y Melibea” que constaba de dieciséis actos. La “Tragicomedia de Calisto y Melibea” se imprimió entre 1500 y 1502 y constaba de veintiún actos. Durante los siguientes años, la obra fue muy difícil de clasificar.
B) Condición de converso: (Laura)
Una parte importante y destacada del autor de la obra la Celestina es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el trámite iniciado en 1525, donde a Fernando Rojas es designado como abogado defensor en el proceso inquisitorial. Tal imputación no prueba que rojas se trasladara de religión, del judaísmo al cristianismo, ya que el nombre se implica también a quienes eran hijos y nietos de conversos.
Distintos argumentos, por el contrario, hacen pensar que no fue un convertido de primera generación. Sobre todo, esa condición no aclara la razón de la celestina como el reflejo de un problema racial, ni como una advertencia social contra la situación de los conversos, ya que la actitud del autor no deja abierto ningún ápice del ataque a la ortodoxia ni a la inquisición. Ningún aspecto de la obra, en una palabra, se ilumina desde la perspectiva del Rojas converso, lo que nadie sugiriera ninguna cuestión de este tipo con anterioridad a 1902.
C)Género de la obra: (Noemy)
Nadie hasta el siglo XVIII abrió el debate del carácter dramático de la Tragicomedia. La Celestina fue clasificada de muchas formas: “novela dialogada”, “novela dramática”, “novela trágica” o “novela de acción”. Fue catalogada de estas formas porque estaban decepcionados con la clasificación de la obra.
El propio Rojas, califica el acto I como obra ”terceriana”,en el prologo en prosa, denomina a la obra “comedia”, y en la versión larga la llama “tragicomedia”. También la juzgaron teatro y en ocasiones destacaron sus rasgos dramáticos.
Hasta Lope de Vega que tenía una opinión totalmente opuesta sobre la “tragedia”, la bautizó como “tragedia famosa”.Pellicer y Jovellanos la consideraron drama.
No es necesario que una obra dramática esté destinada, a la representación y poseer, sin embargo, peculiaridades teatrales que deben indagarse y explicarse lejos de la rutina crítica. Para defender esta valoración hago presente aquí una frase dicha por los dos mismos genios dramáticos, Rojas y Valle que escribieron a tantos siglos de distancia: “en el dialogo está la medula vital del verdadero teatro, que no necesita de la representación escénica para ser teatro”
La comedia humanística suele terminar feliz y por eso no sabía si clasificarse de ese modo.
Artículo: Fernando de Rojas y La Celestina.
A)Cuestiones biográficas: (Elena)
Fernando de Rojas se ganó la vida como abogado, fue bachiller en derecho por Salamanca y afincado en Talavera de la Reina. Su obra, La Celestina, sigue siendo un best seller 500 años después. El 3 de abril de 1541 en Talavera de la Reina, Rojas firma su testamento a Juan de Arévalo el “escribano público”. El 8 de abril, el notario, con la frase “que en gloria sea” confirma la muerte de Rojas, pero no es de seguro el día , solamente se sabe que fue entre el 3 y el 8 de abril de 1541. Rojas nació en La Puebla de Montalbán. Su suegro lo proclamó como abogado defensor en el proceso inquisitorial que, como judaizante, se le siguió entre mayo de 1525 y octubre de 1526. Desde 1517, permiten afirmar que la mayor parte de la vida de Rojas transcurrió en Talavera de la Reina y llegó a ser alcalde transitorio entre el 15 de febrero y el 1 de marzo de 1538, su mujer se llamaba Leonor Álvarez. Un rasgo biográfico que se ha hablado mucho es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el proceso iniciado en 1525. Hasta 1902 nadie sugiere que Rojas haya sido un converso puesto que, no hace ninguna referencia en la obra. La primera edición de La Celestina fue en el año 1499 titulada como “Comedia de Calisto y Melibea” que constaba de dieciséis actos. La “Tragicomedia de Calisto y Melibea” se imprimió entre 1500 y 1502 y constaba de veintiún actos. Durante los siguientes años, la obra fue muy difícil de clasificar.
B) Condición de converso: (Laura)
Una parte importante y destacada del autor de la obra la Celestina es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el trámite iniciado en 1525, donde a Fernando Rojas es designado como abogado defensor en el proceso inquisitorial. Tal imputación no prueba que rojas se trasladara de religión, del judaísmo al cristianismo, ya que el nombre se implica también a quienes eran hijos y nietos de conversos.
Distintos argumentos, por el contrario, hacen pensar que no fue un convertido de primera generación. Sobre todo, esa condición no aclara la razón de la celestina como el reflejo de un problema racial, ni como una advertencia social contra la situación de los conversos, ya que la actitud del autor no deja abierto ningún ápice del ataque a la ortodoxia ni a la inquisición. Ningún aspecto de la obra, en una palabra, se ilumina desde la perspectiva del Rojas converso, lo que nadie sugiriera ninguna cuestión de este tipo con anterioridad a 1902.
C)Género de la obra: (Noemy)
Nadie hasta el siglo XVIII abrió el debate del carácter dramático de la Tragicomedia. La Celestina fue clasificada de muchas formas: “novela dialogada”, “novela dramática”, “novela trágica” o “novela de acción”. Fue catalogada de estas formas porque estaban decepcionados con la clasificación de la obra.
El propio Rojas, califica el acto I como obra ”terceriana”,en el prologo en prosa, denomina a la obra “comedia”, y en la versión larga la llama “tragicomedia”. También la juzgaron teatro y en ocasiones destacaron sus rasgos dramáticos.
Hasta Lope de Vega que tenía una opinión totalmente opuesta sobre la “tragedia”, la bautizó como “tragedia famosa”.Pellicer y Jovellanos la consideraron drama.
No es necesario que una obra dramática esté destinada, a la representación y poseer, sin embargo, peculiaridades teatrales que deben indagarse y explicarse lejos de la rutina crítica. Para defender esta valoración hago presente aquí una frase dicha por los dos mismos genios dramáticos, Rojas y Valle que escribieron a tantos siglos de distancia: “en el dialogo está la medula vital del verdadero teatro, que no necesita de la representación escénica para ser teatro”
La comedia humanística suele terminar feliz y por eso no sabía si clasificarse de ese modo.
El autor de La Celestina, Fernando de Rojas, nació en La Puebla de Montalbán en 1470 y murió entre el 3 y 8 de abril de 1541. La mayor parte de su vida transcurrió en Talavera de la Reina. Obtuvo su título de bachiller en leyes en Salamanca y allí realizó el primer acto de la obra.
Se caracterizaba por ser converso al judaísmo, aunque no esta probado que Rojas fuera un convertido personal, ya que este nombre también se le aplicaba a quienes eran hijos y nietos de conversos
Hay una gran dificultad sobre la calificación del género de la Celestina. Hay quien la interpreta como una novela y otros como una forma de diálogo puro. Tambien se han utilizado expresiones como "novela dramática" o "novela trágica". Finalmente, La Celestina ha sido clasificada dentro del género de comedia humanística.
La Celestina es una obra muy difícil de clasificar en cuanto a su género literario y al que muchas personas han opinado e intentado situar.
Hasta el siglo XVIII no se había puesto en juicio su condición dramática, desde entonces se empezaron a manejar términos de "novela dramática" o de "novela dialogada". Muchos críticos han intervenid sobre la dificultad e incapacidad de representación, basada sobre todo en su dilatada andadura, ha constituido, en definitiva, el argumento crucial de quienes han negado que La Celestina carece de carácter dramático, cuando la extensión de una obra no puede constituirse en el baremo definidor de su dramaticidad. Además, no debe olvidarse que en esa época no había teatros en Europa y que por lo cual la obra no se compuso para los teatro, sin que por eso dejara de serlo y, al mismo tiempo, texto para ser leído.
Rojas se inspira en una fórmula dramática que parte de la comedia romana y tiene su continuidad en la comedia elegíaca medieval y en la comedia humanística italiana.
En la comedia italiana puede tener su modelo el propósito moralizador señanalado por el autor, el anonimato de la ciudad, el uso de la acotación y el número reducido de personajes. De la comedia elegíaca procederían esos criados que actúan con egoísmo, independencia y deslealtad hacia sus señores y el activo papel de la alcahueta y de la enamorada. La comedia humanística pudo aportar a La Celestina la distribución de la acción en varios escenarios, la libertad en el uso del tiempo, el gusto por la sátira, la forma en prosa, la distribución de los actos en función de las secuencias o escenas, y el uso de los monólogos por parte de personajes de baja condición social.
Perdón, el texto que acabamos de subir se refiere al apartado "C", referido al género de La Celestina
Según algunas aprobaciones Rojas podría haber pasado del judaísmo al cristianismo, esta noticia fue publicada en 1902. Pero, recientemente un estudio reivindica que esa acusación es falsa y no ha sido probada. Aun así, en la obra no se aprecia ningún aspecto que de pie a pensarlo, tales como: problemas raciales, trato de los conversos, ataques a la ortodoxia, ni a la Inquisición.
La obra fue publicada en 1499 con el titulo de Comedias de Calisto y Melibea y constaba de dieciséis actos. Posteriormente fue remodelada entre 1500 y 1502, constando de veintiún actos. Esto hace más difícil el estudio de la novela.
La magia a la que se le atribuye a la Celestina sería más razonable si se tuviera más información sobre la medicina que se practicaba en la época. Queda claro que el entorno del escritor influye en la narrativa en cierto modo. ¿Sería necesario estudiar más la sociedad del Siglo XV para comprender mejor la obra?
Artículo: Fernando de Rojas y La Celestina.
A)Cuestiones biográficas: (Elena)
Fernando de Rojas se ganó la vida como abogado, fue bachiller en derecho por Salamanca y afincado en Talavera de la Reina. Su obra, La Celestina, sigue siendo un best seller 500 años después. El 3 de abril de 1541 en Talavera de la Reina, Rojas firma su testamento a Juan de Arévalo el “escribano público”. El 8 de abril, el notario, con la frase “que en gloria sea” confirma la muerte de Rojas, pero no es de seguro el día , solamente se sabe que fue entre el 3 y el 8 de abril de 1541. Rojas nació en La Puebla de Montalbán. Su suegro lo proclamó como abogado defensor en el proceso inquisitorial que, como judaizante, se le siguió entre mayo de 1525 y octubre de 1526. Desde 1517, permiten afirmar que la mayor parte de la vida de Rojas transcurrió en Talavera de la Reina y llegó a ser alcalde transitorio entre el 15 de febrero y el 1 de marzo de 1538, su mujer se llamaba Leonor Álvarez. Un rasgo biográfico que se ha hablado mucho es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el proceso iniciado en 1525. Hasta 1902 nadie sugiere que Rojas haya sido un converso puesto que, no hace ninguna referencia en la obra. La primera edición de La Celestina fue en el año 1499 titulada como “Comedia de Calisto y Melibea” que constaba de dieciséis actos. La “Tragicomedia de Calisto y Melibea” se imprimió entre 1500 y 1502 y constaba de veintiún actos. Durante los siguientes años, la obra fue muy difícil de clasificar.
B) Condición de converso: (Laura)
Una parte importante y destacada del autor de la obra la Celestina es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el trámite iniciado en 1525, donde a Fernando Rojas es designado como abogado defensor en el proceso inquisitorial. Tal imputación no prueba que rojas se trasladara de religión, del judaísmo al cristianismo, ya que el nombre se implica también a quienes eran hijos y nietos de conversos.
Distintos argumentos, por el contrario, hacen pensar que no fue un convertido de primera generación. Sobre todo, esa condición no aclara la razón de la celestina como el reflejo de un problema racial, ni como una advertencia social contra la situación de los conversos, ya que la actitud del autor no deja abierto ningún ápice del ataque a la ortodoxia ni a la inquisición. Ningún aspecto de la obra, en una palabra, se ilumina desde la perspectiva del Rojas converso, lo que nadie sugiriera ninguna cuestión de este tipo con anterioridad a 1902.
Artículo: Fernando de Rojas y La Celestina.
A)Cuestiones biográficas: (Elena)
Fernando de Rojas se ganó la vida como abogado, fue bachiller en derecho por Salamanca y afincado en Talavera de la Reina. Su obra, La Celestina, sigue siendo un best seller 500 años después. El 3 de abril de 1541 en Talavera de la Reina, Rojas firma su testamento a Juan de Arévalo el “escribano público”. El 8 de abril, el notario, con la frase “que en gloria sea” confirma la muerte de Rojas, pero no es de seguro el día , solamente se sabe que fue entre el 3 y el 8 de abril de 1541. Rojas nació en La Puebla de Montalbán. Su suegro lo proclamó como abogado defensor en el proceso inquisitorial que, como judaizante, se le siguió entre mayo de 1525 y octubre de 1526. Desde 1517, permiten afirmar que la mayor parte de la vida de Rojas transcurrió en Talavera de la Reina y llegó a ser alcalde transitorio entre el 15 de febrero y el 1 de marzo de 1538, su mujer se llamaba Leonor Álvarez. Un rasgo biográfico que se ha hablado mucho es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el proceso iniciado en 1525. Hasta 1902 nadie sugiere que Rojas haya sido un converso puesto que, no hace ninguna referencia en la obra. La primera edición de La Celestina fue en el año 1499 titulada como “Comedia de Calisto y Melibea” que constaba de dieciséis actos. La “Tragicomedia de Calisto y Melibea” se imprimió entre 1500 y 1502 y constaba de veintiún actos. Durante los siguientes años, la obra fue muy difícil de clasificar.
B) Condición de converso: (Laura)
Una parte importante y destacada del autor de la obra la Celestina es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el trámite iniciado en 1525, donde a Fernando Rojas es designado como abogado defensor en el proceso inquisitorial. Tal imputación no prueba que rojas se trasladara de religión, del judaísmo al cristianismo, ya que el nombre se implica también a quienes eran hijos y nietos de conversos.
Distintos argumentos, por el contrario, hacen pensar que no fue un convertido de primera generación. Sobre todo, esa condición no aclara la razón de la celestina como el reflejo de un problema racial, ni como una advertencia social contra la situación de los conversos, ya que la actitud del autor no deja abierto ningún ápice del ataque a la ortodoxia ni a la inquisición. Ningún aspecto de la obra, en una palabra, se ilumina desde la perspectiva del Rojas converso, lo que nadie sugiriera ninguna cuestión de este tipo con anterioridad a 1902.
El tercer comentario que hemos subido es de la sección B. Caímos en el mismo error.
Artículo: Fernando de Rojas y La Celestina.
A)Cuestiones biográficas: (Elena)
Fernando de Rojas se ganó la vida como abogado, fue bachiller en derecho por Salamanca y afincado en Talavera de la Reina. Su obra, La Celestina, sigue siendo un best seller 500 años después. El 3 de abril de 1541 en Talavera de la Reina, Rojas firma su testamento a Juan de Arévalo el “escribano público”. El 8 de abril, el notario, con la frase “que en gloria sea” confirma la muerte de Rojas, pero no es de seguro el día , solamente se sabe que fue entre el 3 y el 8 de abril de 1541. Rojas nació en La Puebla de Montalbán. Su suegro lo proclamó como abogado defensor en el proceso inquisitorial que, como judaizante, se le siguió entre mayo de 1525 y octubre de 1526. Desde 1517, permiten afirmar que la mayor parte de la vida de Rojas transcurrió en Talavera de la Reina y llegó a ser alcalde transitorio entre el 15 de febrero y el 1 de marzo de 1538, su mujer se llamaba Leonor Álvarez. Un rasgo biográfico que se ha hablado mucho es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el proceso iniciado en 1525. Hasta 1902 nadie sugiere que Rojas haya sido un converso puesto que, no hace ninguna referencia en la obra. La primera edición de La Celestina fue en el año 1499 titulada como “Comedia de Calisto y Melibea” que constaba de dieciséis actos. La “Tragicomedia de Calisto y Melibea” se imprimió entre 1500 y 1502 y constaba de veintiún actos. Durante los siguientes años, la obra fue muy difícil de clasificar.
B) Condición de converso: (Laura)
Una parte importante y destacada del autor de la obra la Celestina es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el trámite iniciado en 1525, donde a Fernando Rojas es designado como abogado defensor en el proceso inquisitorial. Tal imputación no prueba que rojas se trasladara de religión, del judaísmo al cristianismo, ya que el nombre se implica también a quienes eran hijos y nietos de conversos.
Distintos argumentos, por el contrario, hacen pensar que no fue un convertido de primera generación. Sobre todo, esa condición no aclara la razón de la celestina como el reflejo de un problema racial, ni como una advertencia social contra la situación de los conversos, ya que la actitud del autor no deja abierto ningún ápice del ataque a la ortodoxia ni a la inquisición. Ningún aspecto de la obra, en una palabra, se ilumina desde la perspectiva del Rojas converso, lo que nadie sugiriera ninguna cuestión de este tipo con anterioridad a 1902.
Artículo: Fernando de Rojas y La Celestina.
A)Cuestiones biográficas: (Elena)
Fernando de Rojas se ganó la vida como abogado, fue bachiller en derecho por Salamanca y afincado en Talavera de la Reina. Su obra, La Celestina, sigue siendo un best seller 500 años después. El 3 de abril de 1541 en Talavera de la Reina, Rojas firma su testamento a Juan de Arévalo el “escribano público”. El 8 de abril, el notario, con la frase “que en gloria sea” confirma la muerte de Rojas, pero no es de seguro el día , solamente se sabe que fue entre el 3 y el 8 de abril de 1541. Rojas nació en La Puebla de Montalbán. Su suegro lo proclamó como abogado defensor en el proceso inquisitorial que, como judaizante, se le siguió entre mayo de 1525 y octubre de 1526. Desde 1517, permiten afirmar que la mayor parte de la vida de Rojas transcurrió en Talavera de la Reina y llegó a ser alcalde transitorio entre el 15 de febrero y el 1 de marzo de 1538, su mujer se llamaba Leonor Álvarez. Un rasgo biográfico que se ha hablado mucho es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el proceso iniciado en 1525. Hasta 1902 nadie sugiere que Rojas haya sido un converso puesto que, no hace ninguna referencia en la obra. La primera edición de La Celestina fue en el año 1499 titulada como “Comedia de Calisto y Melibea” que constaba de dieciséis actos. La “Tragicomedia de Calisto y Melibea” se imprimió entre 1500 y 1502 y constaba de veintiún actos. Durante los siguientes años, la obra fue muy difícil de clasificar.
B) Condición de converso: (Laura)
Una parte importante y destacada del autor de la obra la Celestina es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el trámite iniciado en 1525, donde a Fernando Rojas es designado como abogado defensor en el proceso inquisitorial. Tal imputación no prueba que rojas se trasladara de religión, del judaísmo al cristianismo, ya que el nombre se implica también a quienes eran hijos y nietos de conversos.
Distintos argumentos, por el contrario, hacen pensar que no fue un convertido de primera generación. Sobre todo, esa condición no aclara la razón de la celestina como el reflejo de un problema racial, ni como una advertencia social contra la situación de los conversos, ya que la actitud del autor no deja abierto ningún ápice del ataque a la ortodoxia ni a la inquisición. Ningún aspecto de la obra, en una palabra, se ilumina desde la perspectiva del Rojas converso, lo que nadie sugiriera ninguna cuestión de este tipo con anterioridad a 1902.
Artículo: Fernando de Rojas y La Celestina.
A)Cuestiones biográficas: (Elena)
Fernando de Rojas se ganó la vida como abogado, fue bachiller en derecho por Salamanca y afincado en Talavera de la Reina. Su obra, La Celestina, sigue siendo un best seller 500 años después. El 3 de abril de 1541 en Talavera de la Reina, Rojas firma su testamento a Juan de Arévalo el “escribano público”. El 8 de abril, el notario, con la frase “que en gloria sea” confirma la muerte de Rojas, pero no es de seguro el día , solamente se sabe que fue entre el 3 y el 8 de abril de 1541. Rojas nació en La Puebla de Montalbán. Su suegro lo proclamó como abogado defensor en el proceso inquisitorial que, como judaizante, se le siguió entre mayo de 1525 y octubre de 1526. Desde 1517, permiten afirmar que la mayor parte de la vida de Rojas transcurrió en Talavera de la Reina y llegó a ser alcalde transitorio entre el 15 de febrero y el 1 de marzo de 1538, su mujer se llamaba Leonor Álvarez. Un rasgo biográfico que se ha hablado mucho es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el proceso iniciado en 1525. Hasta 1902 nadie sugiere que Rojas haya sido un converso puesto que, no hace ninguna referencia en la obra. La primera edición de La Celestina fue en el año 1499 titulada como “Comedia de Calisto y Melibea” que constaba de dieciséis actos. La “Tragicomedia de Calisto y Melibea” se imprimió entre 1500 y 1502 y constaba de veintiún actos. Durante los siguientes años, la obra fue muy difícil de clasificar.
B) Condición de converso: (Laura)
Una parte importante y destacada del autor de la obra la Celestina es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el trámite iniciado en 1525, donde a Fernando Rojas es designado como abogado defensor en el proceso inquisitorial. Tal imputación no prueba que rojas se trasladara de religión, del judaísmo al cristianismo, ya que el nombre se implica también a quienes eran hijos y nietos de conversos.
Distintos argumentos, por el contrario, hacen pensar que no fue un convertido de primera generación. Sobre todo, esa condición no aclara la razón de la celestina como el reflejo de un problema racial, ni como una advertencia social contra la situación de los conversos, ya que la actitud del autor no deja abierto ningún ápice del ataque a la ortodoxia ni a la inquisición. Ningún aspecto de la obra, en una palabra, se ilumina desde...
Continua en el siguiente comentario.
...la perspectiva del Rojas converso, lo que nadie sugiriera ninguna cuestión de este tipo con anterioridad a 1902.
C) problemática de la difícil clasificación (en cuanto al género)(Noemy)
La celestina ha sido y continúa siendo una obra muy complicada de clasificar. Algunos opinan que es un puente entre el teatro medieval y la prosa de ficción, por otro lado comentan que es una obra entre el teatro y la novela dialogada, de este mismo modo existen muchas contradicciones sobre la obra….
En las últimas décadas se encuentran en una gran minoría los que clasifican a La Celestina como una novela o como una forma de dialogo puro, pues nadie hasta el siglo XVIII abrió el debate del carácter dramático de la Tragicomedia.
Ya dentro y fuera de España fueron algunos eruditos neoclásicos los que comenzaron a clasificar La Celestina con expresiones como “novela dialogada”, “novela dramática”, “novela trágica” o “novela de acción”. Lo que intentaban mostrar con estas expresiones era la insatisfacción que les producía La Celestina ya que era un texto que no se ajustaba a ningún tipo de clasificación coercitiva y apriorística de los géneros.
Aunque este concepto tuvo una larga secuela en muchos críticos del siglo XIX y algunos del XX, no se cohonesta con argumentos muy varios, porque el propio Rojas, califica el acto I como obra ”terceriana”, lo que indica que la juzgaba en la tradición dramática de Terencio; en el prologo en prosa, denomina a la obra “comedia”, en el sentido genérico con que empleó el término en la Edad de Oro, y en la versión larga la llama “tragicomedia”, al dividirla en actos, como siguieron haciendo los editores, volvía a manifestar que la consideraba como una obra dramática. También la juzgaron teatro y en ocasiones destacaron sus rasgos dramáticos.
Escritores muy distintos y hasta Lope de Vega que tenía una opinión totalmente opuesta sobre la “tragedia”, no duda en bautizarla como “tragedia famosa”. En el siglo XVIII, Pellicer y Jovellanos la consideraron drama, si bien el primero anota que “no se compuso para representarse”.
Esta idea sobre la dificultad e incapacidad de representación, basada sobre todo en su dilatada andadura, ha constituido, en definitiva, el argumento crucial de quienes han negado a La Celestina el carácter dramático. No es necesario que una obra dramática esté destinada, en principio, a la representación y poseer, sin embargo, peculiaridades teatrales que deben indagarse y explicarse lejos de la rutina crítica. Para defender esta valoración hago presente aquí una frase dicha por los dos mismos genios dramáticos, Rojas y Valle que escribieron a tantos siglos de distancia: “en el dialogo está la medula vital del verdadero teatro, que no necesita de la representación escénica para ser teatro”
Uno de los ejemplos más claros de los caracteres contradictorios de La Celestina para clasificarla en un género u otro es, por ejemplo, la relativa valoración espiritual del amor y la violencia pasional que provoca el trágico desenlace final opuesto al término feliz que define a la comedia humanística.
Noe, Elena, Laura
Artículo: Fernando de Rojas y La Celestina.
A)Cuestiones biográficas: (Elena)
Fernando de Rojas se ganó la vida como abogado, fue bachiller en derecho por Salamanca y afincado en Talavera de la Reina. Su obra, La Celestina, sigue siendo un best seller 500 años después. El 3 de abril de 1541 en Talavera de la Reina, Rojas firma su testamento a Juan de Arévalo el “escribano público”. El 8 de abril, el notario, con la frase “que en gloria sea” confirma la muerte de Rojas, pero no es de seguro el día , solamente se sabe que fue entre el 3 y el 8 de abril de 1541. Rojas nació en La Puebla de Montalbán. Su suegro lo proclamó como abogado defensor en el proceso inquisitorial que, como judaizante, se le siguió entre mayo de 1525 y octubre de 1526. Desde 1517, permiten afirmar que la mayor parte de la vida de Rojas transcurrió en Talavera de la Reina y llegó a ser alcalde transitorio entre el 15 de febrero y el 1 de marzo de 1538, su mujer se llamaba Leonor Álvarez. Un rasgo biográfico que se ha hablado mucho es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el proceso iniciado en 1525. Hasta 1902 nadie sugiere que Rojas haya sido un converso puesto que, no hace ninguna referencia en la obra. La primera edición de La Celestina fue en el año 1499 titulada como “Comedia de Calisto y Melibea” que constaba de dieciséis actos. La “Tragicomedia de Calisto y Melibea” se imprimió entre 1500 y 1502 y constaba de veintiún actos. Durante los siguientes años, la obra fue muy difícil de clasificar.
B) Condición de converso: (Laura)
Una parte importante y destacada del autor de la obra la Celestina es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el trámite iniciado en 1525, donde a Fernando Rojas es designado como abogado defensor en el proceso inquisitorial. Tal imputación no prueba que rojas se trasladara de religión, del judaísmo al cristianismo, ya que el nombre se implica también a quienes eran hijos y nietos de conversos.
Distintos argumentos, por el contrario, hacen pensar que no fue un convertido de primera generación. Sobre todo, esa condición no aclara la razón de la celestina como el reflejo de un problema racial, ni como una advertencia social contra la situación de los conversos, ya que la actitud del autor no deja abierto ningún ápice del ataque a la ortodoxia ni a la inquisición. Ningún aspecto de la obra, en una palabra, se ilumina desde la perspectiva del Rojas converso, lo que nadie sugiriera ninguna cuestión de este tipo con anterioridad a 1902.
Artículo: Fernando de Rojas y La Celestina.
A)Cuestiones biográficas: (Elena)
Fernando de Rojas se ganó la vida como abogado, fue bachiller en derecho por Salamanca y afincado en Talavera de la Reina. Su obra, La Celestina, sigue siendo un best seller 500 años después. El 3 de abril de 1541 en Talavera de la Reina, Rojas firma su testamento a Juan de Arévalo el “escribano público”. El 8 de abril, el notario, con la frase “que en gloria sea” confirma la muerte de Rojas, pero no es de seguro el día , solamente se sabe que fue entre el 3 y el 8 de abril de 1541. Rojas nació en La Puebla de Montalbán. Su suegro lo proclamó como abogado defensor en el proceso inquisitorial que, como judaizante, se le siguió entre mayo de 1525 y octubre de 1526. Desde 1517, permiten afirmar que la mayor parte de la vida de Rojas transcurrió en Talavera de la Reina y llegó a ser alcalde transitorio entre el 15 de febrero y el 1 de marzo de 1538, su mujer se llamaba Leonor Álvarez. Un rasgo biográfico que se ha hablado mucho es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el proceso iniciado en 1525. Hasta 1902 nadie sugiere que Rojas haya sido un converso puesto que, no hace ninguna referencia en la obra. La primera edición de La Celestina fue en el año 1499 titulada como “Comedia de Calisto y Melibea” que constaba de dieciséis actos. La “Tragicomedia de Calisto y Melibea” se imprimió entre 1500 y 1502 y constaba de veintiún actos. Durante los siguientes años, la obra fue muy difícil de clasificar.
B) Condición de converso: (Laura)
Una parte importante y destacada del autor de la obra la Celestina es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el trámite iniciado en 1525, donde a Fernando Rojas es designado como abogado defensor en el proceso inquisitorial. Tal imputación no prueba que rojas se trasladara de religión, del judaísmo al cristianismo, ya que el nombre se implica también a quienes eran hijos y nietos de conversos.
Distintos argumentos, por el contrario, hacen pensar que no fue un convertido de primera generación. Sobre todo, esa condición no aclara la razón de la celestina como el reflejo de un problema racial, ni como una advertencia social contra la situación de los conversos, ya que la actitud del autor no deja abierto ningún ápice del ataque a la ortodoxia ni a la inquisición. Ningún aspecto de la obra, en una palabra, se ilumina desde la perspectiva del Rojas converso, lo que nadie sugiriera ninguna cuestión de este tipo con anterioridad a 1902.
C) problemática de la difícil clasificación -en cuanto al género- (Noemy)
La celestina ha sido y continúa siendo una obra muy complicada de clasificar. Algunos opinan que es un puente entre el teatro medieval y la prosa de ficción, por otro lado comentan que es una obra entre el teatro y la novela dialogada, de este mismo modo existen muchas contradicciones sobre la obra….
En las últimas décadas se encuentran en una gran minoría los que clasifican a La Celestina como una novela o como una forma de dialogo puro, pues nadie hasta el siglo XVIII abrió el debate del carácter dramático de la Tragicomedia.
Ya dentro y fuera de España fueron algunos eruditos neoclásicos los que comenzaron a clasificar La Celestina con expresiones como “novela dialogada”, “novela dramática”, “novela trágica” o “novela de acción”. Lo que intentaban mostrar con estas expresiones era la insatisfacción que les producía La Celestina ya que era un texto que no se ajustaba a ningún tipo de clasificación coercitiva y apriorística de los géneros.
Aunque este concepto tuvo una larga secuela en muchos críticos del siglo XIX y algunos del XX, no se cohonesta con argumentos muy varios, porque el propio Rojas, califica el acto I como obra ”terceriana”, lo que indica que la juzgaba en la tradición dramática de Terencio; en el prologo en prosa, denomina a la obra “comedia”, en el sentido genérico con que empleó el término en la Edad de Oro, y en la versión larga la llama “tragicomedia”, al dividirla en actos, como siguieron haciendo los editores, volvía a manifestar que la consideraba como una obra dramática. También la juzgaron teatro y en ocasiones destacaron sus rasgos dramáticos.
Escritores muy distintos y hasta Lope de Vega que tenía una opinión totalmente opuesta sobre la “tragedia”, no duda en bautizarla como “tragedia famosa”. En el siglo XVIII, Pellicer y Jovellanos la consideraron drama, si bien el primero anota que “no se compuso para representarse”.
Esta idea sobre la dificultad e incapacidad de representación, basada sobre todo en su dilatada andadura, ha constituido, en definitiva, el argumento crucial de quienes han negado a La Celestina el carácter dramático. No es necesario que una obra dramática esté destinada, en principio, a la representación y poseer, sin embargo, peculiaridades teatrales que deben indagarse y explicarse lejos de la rutina crítica. Para defender esta valoración hago presente aquí una frase dicha por los dos mismos genios dramáticos, Rojas y Valle que escribieron a tantos siglos de distancia: “en el dialogo está la medula vital del verdadero teatro, que no necesita de la representación escénica para ser teatro”
Uno de los ejemplos más claros de los caracteres contradictorios de La Celestina para clasificarla en un género u otro es, por ejemplo, la relativa valoración espiritual del amor y la violencia pasional que provoca el trágico desenlace final opuesto al término feliz que define a la comedia humanística.
Los tres últimos comentarios van juntos, pero estoy haciendo pruebas. Los tres comentarios son nuestro dossier, el de Noe, Lau y yo.
Sección A
Fernando de Rojas, (La Puebla de Montalbán, Toledo, 1470 - Talavera de la Reina, Toledo, 1541), dramaturgo español, autor de La Celestina, considerada una de las obras cumbre de la historia de la literatura española y la más importante sin duda en la transición entre la Edad Media y el Renacimiento.
Nació en La Puebla de Montalbán (Toledo), hacia 1470, en el seno de una familia de judíos conversos que reaparece en posteriores procesos inquisitoriales por mantener el judaísmo a escondidas de la Inquisición. De Rojas ayudó a miembros de su familia, los llamados marranos o criptojudíos, Anusim en la literatura rabínica, afectados por las persecuciones de la Inquisición. Su familia habría sido perseguida y él mismo ha aparecido en documentos como acusado por la Inquisición, documentos que demuestran que fue el autor de La Celestina.
Estudió leyes en la Universidad de Salamanca, según él mismo afirma en La carta del autor a un amigo suyo, que precede el texto de su obra.
El autor reveló su nombre y lugar de nacimiento en un famoso acróstico al principio de la segunda edición del año 1500.
Se le sabe establecido en la localidad de Talavera de la Reina, población de la que algunos autores piensan que fue alcalde[1] y casado allí. Su condición de converso influye en el argumento de su obra, que a decir de la mayoría de los críticos es obra de alguien de esta condición: se ha dicho que la ausencia de fe firme justificaría el pesimismo de La Celestina y la falta de esperanza patente en su dramático final.
Murió en 1541 en Talavera de la Reina, entre el 3 y el 8 de abril.
En el inventario de su biblioteca, y eso es lo extraño, solo figura un ejemplar de La Celestina (cuando murió había al menos 32 ediciones de la obra) y ninguno de la Segunda comedia de La Celestina y de la Tercera parte de la tragicomedia de Celestina, publicadas en vida de Rojas.
en el comentario de unay samuel y flavio se olvido poner a eduardo !
Fernando de Rojas y La Celestina.
Fernando de Rojas se ganó la vida como abogado. Su tragicomedia, difícil de clasificar, es un puente entre el teatro medieval y la prosa de ficción y sigue siendo su “best seller” 500 años después.
Nació en La Puebla de Montalbán en 1470, obtuvo su título de bachiller en leyes en la ciudad de Salamanca, donde manifiesta haberse hallado el primer acto de la obra (“La Celestina”).
• El carácter converso;
Un rasgo biográfico que ha hecho correr mucha tinta es la condición de “converso” que su suegro le achaca. Sin embargo, de acuerdo con lo expuesto en dos monografías recientes (1989 y 1992), tal atribución no prueba que Rojas fuera un convertido personal del judaísmo al cristianismo.
Distintos argumentos, por el contrario, hacen pensar que no fue un convertido de primera generación. Mas, sobre todo, ese carácter no aclara el argumento de La Celestina como reflejo de un problema racial ni como una protesta social contra la situación de los conversos, ya que la actitud del autor no deja al descubierto ningún flanco de supuesto ataque a la ortodoxia ni a la Inquisición.
La publicación de la Celestina de 1499, con el título de “Comedia de Calisto y Melibea” y en dieciséis actos, corresponde a una versión primitiva o corta; la larga y definitiva, en veintiún actos y con el rótulo de “Tragicomedia de Calisto y Melibea”, se imprimirá entre 1500 y 1502.
Desde una perspectiva histórica nadie hasta el siglo XVIII discutió el carácter dramático de la Tragicomedia, la cual incluso constituyó hasta ese momento el modelo formal de algunas obras dramáticas. Algunos eruditos neoclásicos, para clasificar La Celestina, empezaron a introducir expresiones como “novela dialogada”, “novela dramática”, “novela trágica” o “novela de acción”.
El propio Rojas, califica el acto I como obra “terenciana”, denomina a la obra completa “comedia” y en la versión larga la llama “tragicomedia”.
I.Fernándo de Rojas y la Celestina
Fernando de Rojas nació el 1475 en la Puebla de Montalbán. Su título de bachiller en leyes lo terminó en la universidad de Salamanca.
La mayor parte de su vida transcurrió en Talavera de la Reina, donde llegó a ser alcalde transitorio.
Respecto a su condición de converso, actualmente no está aprobada, puesto que, el nombre también se aplicaba a hijos y a nietos y en la obra no ataca a la ortodoxia ni a la inquisición.
Rojas dictó su testamento el 3 de Abril de 1541 y 8 días después murió.
La obra de Rojas ha tenido una problemática en cuanto al género. Actualmente se considera una comedia humanística, pero durante las décadas anteriores hubo disputas, puesto que, muchos entendidos la consideraron: “novela dramática” , “novela de acción” , “novela trágica”, “obra tercerearía”, “dramática”.
También tuvo represarías en cuanto a su carácter dramático, que empezó a cuestionarse en el siglo XVIII, pero finalmente la idea de la dificultad de representación de la obra hizo que se aceptara su carácter dramático, ya que Mª Rosa Linda afirmó que a pesar de no estar destinada a representarse puede poseer peculiaridades teatrales.
Finalmente, en la actualidad se considera comedia humanística con el propósito de adecuar a la realidad su carácter dramático y debido a su contenido; como por ejemplo: el uso de la lengua vulgar, la reelaboración de la tradición culta con múltiples notas tomadas de la realidad social y de la tradición literaria castellana, el estilo de la prosa, la valoración espiritual del amor y la violencia pasional de su trágico final.
La Celestina un amor imposible
Fernando de Rojas y La Celestina un amor imposible.
La celestina es una obra a caballo entre el teatro y la novela dialogada que irrumpe con fuerza en la sociedad española en 1499. Calisto y Melibea se enamoran a contracorriente del escenario político progresivamente intolerante que dibujan los Reyes Católicos tras la toma de Granada y el establecimiento de la Inquisición.
Fernando de Rojas dicta el 3 de abril de 1541, en Talavera de la Reina, su testamento al “escribano público” Juan de Arévalo.
La confesión de rojas, en las piezas preliminares, de acuerdo con la cual “acabó” un texto, cuyo contenido equivale al cato I, a tenor de copiosos argumentos lingüísticos y estilísticos, a los que se añaden otros relacionados con el uso de fuentes, la construcción técnica y la acogida de animales fantásticos.
Su nacimiento en La Puebla de Montalbán y su título de bachiller en leyes, obtenido sin duda en Salamanca, donde manifiesta haberse hallado el primer acto de la obra. Su suegro lo designa como abogado defensor en el proceso inquisitorial que, como judaizante, se le siguió entre mayo de 1525 y octubre de 1526, la mitad de los libros censados a su muerte se ocupa de materias legales.
Varias noticias sueltas, desde 1517, permiten afirmar que la mayor parte de la vida de Rojas transcurrió en Talavera de la Reina, ciudad de la que llegó a ser alcalde transitorio entre el 15 de febrero y el 1 de marzo de 1538. Su testamento, amén de recordar a su mujer, Leonor Álvarez y a sus hijos, pide que “mi cuerpo sea sepultado en la yglesia del monasterio desta villa de Talavera”.
Continuará...
El carácter converso
Un rasgo biográfico es la condición de “converso” que su suegro le achaca en el proceso iniciado en 1525. De acuerdo con lo expuesto en dos monografías recientes (1989 y 1992), hacen pensar que no fue un convertido de primera generación. Ese carácter no aclara el argumento de La Celestina como reflejo de un problema racial ni como una protesta social contra la situación de los conversos, ya que su actitud no atacaba a la ortodoxia ni a la Inquisición. La publicación de 1499, con el título de Comedia de Calisto y Melibea y en dieciséis actos, corresponde a una versión primitiva o corta; la larga y definitiva, en veintiún actos y con el rótulo de Tragicomedia de Calisto y Melibea, se imprimirá entre 1500 y 1502.
Falta también una indagación más detenida sobre el ambiente urbano y universitario de Salamanca en la época en que Rojas escribe muchos aspectos para explicarse en relación con la magia y encontraron una explicación más clara y acorde desde la perspectiva de la medicina coetánea. Se necesitan dos monografías que, examinen la lengua y la retórica de la obra.
Desde una perspectiva histórica, nadie hasta el siglo XVIII discutió el carácter dramático de la Tragicomedia, que constituyó hasta ese momento el modelo formal de algunas obras dramáticas. Algunos eruditos neoclásicos empezaron a introducir expresiones como “novela dialogada” “novela dramática” o “ novela de acción”. No se ajustaba a su clasificación coercitiva y apriorística de los géneros, derivada de principios estéticos prefijados de antemano.
Continuará...
Rojas califica el acto I como obra “terenciana”, lo que avala que lo juzgaban en la tradición dramática de Terencio; en el prólogo en prosa, denomina a la obra completa “comedia”, en el sentido genérico con que empleó el término en la Edad de Oro, y en la versión larga la llama “tragicomedia”, por nomenclatura utilizada para cultivadores del drama humanístico, al dividirla en actos, siguieron considerándola como una obra dramática.
Imitadores del siglo XVI, usaron la primera denominación y uno de ellos, la de “tragicomedia”. También la juzgaron teatro y, en ocasiones, destacaron de modo expreso sus rasgos dramáticos, escritores tan distintos como Juan Luis Vives, y en la centuria siguiente, Francisco Ortiz, y hasta Lope de Vega, quien, pese a mantener una concepción diametralmente opuesta sobre la “tragedia”, no duda en bautizarla como “tragedia famosa” en Las fortunas de Diana. Aún en el siglo XVIII, la consideran drama.
Obra difícil de clasificar
El argumento crucial de quienes han negado a La Celestina el carácter dramático ya que la extensión de una obra no puede constituirse en el baremos definidor de su dramaticidad, ni una obra dramática puede estar destinada, a la representación y poseer peculiaridades teatrales que deben indagarse y explicarse lejos de la rutina crítica.
Continuará...
Comedia para ser leída.
Timoneda y Quevedo estimaban que era comedia para ser leída, lo que prueba el desasosiego que les producía un texto para el que no hallaban paralelo, pero cuya realidad dramática viene atestiguada por el empleo sistemático de la acotación.
Mª R. Lida insertó La Celestina en la tradición de la comedia humanística que, en latín, se desarrolló en Italia durante los siglos XIV y XV con el propósito de adecuar a la realidad los asuntos dramáticos. La Celestina la forma en prosa; la división clásica en actos; el argumento de un amor ilícito con intervención de una medianera; el desarrollo permenorizado de la trama y el enfoque detenido de escenas y personajes; la minuciosa pintura de caracteres; y una serie de recursos técnicos, como la acotación implícita, el monólogo en boca de personajes de baja condición, el uso verosímil del aparte, la concepción fluida e impresionista del lugar y del tiempo y algunos otros detalles. Destacan el uso vulgar de la lengua; la re-elaboración de la tradición culta con múltiples notas tomadas de la realidad social y de la tradición literaria castellana el estilo trabajado de la prosa; la relativa valoración espiritual del amor y la violencia pasional que provoca el trágico desenlace final opuesto al término feliz que define a la comedia humanística.
Se enfrenta a Rojas con un paradigma mucho más reciente,. Valle Inclán, quien, en varias ocasiones, remitió a La Celestina.
Expandida en múltiples ediciones y traducciones desde comienzos del siglo XVI, la vitalidad y el valor intemporal de La Celestina se mantienen vigentes en el ocaso del siglo XX por la complejidad de los caracteres, la maravillosa evocación de ambiente, el apasionado lirismo y la visión trágica de la vida como guerra, del mundo como acontecer no regido por una providencia moral.
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